viernes, 1 de enero de 2010

Llegó el 2010

Anoche fui a la Iglesia donde nos reunimos cada 31 de diciembre para despedir el año que termina en la comunidad de fe, junto a amigos y familiares. Al llegar las 12:00 y el nuevo año, nos abrazamos, besamos y saludamos unos a otros deseandonos muchas felicidades en la nueva jornada, olvidando todo lo malo que pudo pasarnos en el año recien terminado. Los dolores y enfermedades se olvidan momentaneamente y ponemos toda nuestra confianza en Dios y sus promesas de bienestar y salud para nuestras vidas.

Ahora ya llegó el 2010 (el veinte diez) como le llaman. Mantenemos nuestra esperanza y nuestra fe en que Jesucristo, nuestro Señor y Salvador nos ayudará en este caminar y esa fe nos hace sentir que la enfermedad se detiene y tenemos nuevas fuerzas para enfrentar el nuevo año con valor.

Mantengo una oración a Dios por mi salud y la de todos los afectados por esta condición (ELA) en especial por Raúl Miranda y Josep Rof i Rof, compañeros del Blog de AdEla en España.

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